Escuchar es una clave importante

Cada vez detecto que muchos de los problemas que existen en la implantación de una solución tecnológica esta en la falta de comunicación de las dos partes implicadas:proveedor y cliente. No se escucha. Aunque todo el mundo presume de saber escuchar, la realidad es que no escuchamos. Quizá, oimos cantos de sirena, pero nada más.

Que un cliente no escuche es grave. Pero, creo que, es más grave (mucho más) que sea el proveedor el que no escuche, al que no le interesa absolutamente nada de lo que el cliente le esta contando.

Los proveedores de servicios/soluciones tienen la solución que te quieren vender/implementar antes de saber que es lo que el cliente quiere.

Por mucha experiencia que un proveedor tenga, cada empresa es diferente; cada cliente tiene unas necesidades, unos problemas que resolver.

¿Cómo sé que no escucha? Porque el proveedor no hace preguntas.

Es realmente difícil que en una reunión de trabajo cuando se empieza a describir por primera vez que es lo que se quiere hacer por muy listo que sea el proveedor y por muy bien que se explique el cliente es necesario por parte del proveedor hacer preguntas esté debe ser capaz de entrar en la mente del cliente para saber que es lo que quiere.

Por supuesto, la experiencia del proveedor le permitirá realizar propuestas,sugerencias para conseguir el resultado deseado por el cliente. Pero antes deberá saber que es lo que realmente quiere el cliente.

Las preguntas ayudan a definir, a matizar lo que se quiere; ayudan a que el cliente se explique, a que salgan a relucir requisitos que el cliente no se los había planteado; en definitiva ayudan a que se pueda presentar una oferta lo más exacta posible.

Si a todo esto le sumamos que el interlocutor del proveedor esta mascando chicle me queda una impresión muy negativa, muy: no me gustas como compañero de viaje ...

No discuto que quizá esta valoración sea superficial, demasiado rápida, poco fundamentada.