Be a proactive

Interesante reflexión de lo que tiene que tener un project manager en este artículo "If you're going to be a project manager, be a proactive one " .

Desde mi punto de vista es una de las carencias más habituales la falta de proactividad de algunos responsables.

Es cierto, que en muchas empresas es complicado ser proactivo, pero creo que nunca hay que dejar de ser proactivo; otra cosa, es que salgan adelante todas las propuestas.

Prefiero morir intentando, proponiendo y tomando la iniciativa que morir de aburrimiento y esperar a que las cosas ocurran.

Competencias ASAP

Hoy en día son fundamentales las competencias ASAP: As soon as possible.

En la actualidad existen algunas empresas en las que la capacidad de trabajar de manera ágil es un requisito imprescindible.

Trabajar de manera ágil no significa trabajar mal o hacer las cosas de baja calidad.

Desde mi punto de vista la agilidad significa centrarse en lo importante, en pocos puntos, eliminar el detalle o aquello que se puede definir en otro momento.

Por supuesto, que a todos nos gustaría tener más tiempo para escribir esa propuesta, desarrollar un prototipo funcional o gráfico más elaborado o completar un poco más ese documento que nos están solicitando.

Los ritmos de las empresas, los cambios de estrategia, la necesidad del mercado impide que podamos dedicarle más tiempo, profundizar más. Y en algunos casos es porque tampoco se tiene claro a donde se quiere llegar y es necesario realizar aproximaciones esperar feedback y volver a redefinir

Y sorprende a estas alturas de la película encontrarse con personas a las que hay que explicar que lo que se está pidiendo es para : as soon as possible.

Equilibrio tecnológico

El potencial de las tecnologías de la comunicación y la información(TCI) para transformar los entornos de trabajo es enorme.

Sin embargo, este potencial no está plenamente desarrollado, por lo que la próxima revolución se basará en el impacto social de las tecnologías y en la adaptación organizativa en el trabajo, más que en la propia tecnología.

Es un secreto a voces que durante las últimas dos décadas se han invertido miles de millones en nuevas tecnologías con la esperanza de transformar el entorno de trabajo, el rendimiento de las industrias y la vida laboral.

La lección clave es que las nuevas tecnologías por sí mismas no transforman las cosas. Es uno de los muchos factores que pueden contribuir a ello. El uso apropiado de las TCI requiere una inversión complementaria considerable en profesionales, procesos, cultura y soportes. Por lo que hemos visto, parte o gran parte de esto se suele obviar.

Existe una enorme diferencia entre las mejores prácticas y la realidad práctica. Las TCI deben comprenderse como parte de un sistema complejo, un sistema que debe tener un diseño si se quiere tener la oportunidad de lograr beneficios.

Will Hutton y Gwendolyn Carpenter