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Reconozco que los avances tecnológicos que hemos vivido y estamos viviendo - unos más disruptivos que otros - han sido fundamentales en nuestro progreso. Tuve la suerte de darme cuenta de la importancia de los ordenadores cuando hace muchos (pero muchos años) empezaba hacer mis pinitos con un commodere 64.

Sin embargo no se puede confiar al 100% en la tecnología a veces no funciona ya sea porque se ha configurado mal o porque se produce un error. Por lo tanto en cualquier proyecto se debe tener esto en cuenta.

Ejemplo tonto si tengo un comercio con una puerta de apertura manual y decido en un alarde de mejora sustituirla por una puerta automática así mis clientes con sólo ponerse delante de la puerta esta se abre. Tengo que pensar que pasa si un día el mecanismo de apertura automático no funciona. ¿la podré abrir manualmente? O por el contrario no voy a poder abrir mi tienda. Mis empleados sabrán que hacer cuando la puerta no se abra automáticamente tenemos un plan B para seguir dando el servicio.

Y algo parecido esta ocurriendo en el metro de Madrid. Las nuevas estaciones tienen poco o nada de personal ( los fines de semana ni rastro) - ¿Qué ocurre cuando tienes un problema? ¿Cuándo una de las máquinas expendedoras de billetes falla? ¿O los tornos que son inteligentes no funcionan correctamente? ¿Qué haces? ¿A quién recurres?

Posiblemente en números - que siempre son fríos – sale más rentable no tener a nadie en las estaciones de metro. La probabilidad de que algo no funcione es muy baja por lo tanto si algún usuario tiene algún problema pues “se siente”.

No tengo muchas opciones, el torno marco incorrectamente mi bonometro, pierdo un viaje, pero voy a seguir utilizando el metro. Me hubiera gustado que hoy en vez de una máquina hubiera alguien a quién contarle mi "infortunio"

¿Ideas?

Últimamente todo el mundo me cuenta que tiene muchas ideas, que tener ideas para emprender es facilísimo y que el problema es llevarlas a cabo.

No voy a ser yo quién niegue que una buena ejecución es clave en un proyecto pero también tengo que señalar que parece que a cualquier cosa se le llama “idea”.

No es de extrañar que tantas “ideas” naufraguen, después le echamos la culpa a la ejecución.

A mi no me parece sencillo tener ideas y siempre me llama la atención aquellas personas que me dicen que eso es facilísimo. Con el tiempo me he dado cuenta que el problema esta en que entendemos por tener ideas para un proyecto.

Si me quedo con las primeras acepciones del diccionario de la rae para la palabra idea entonces si puedo concluir que es relativamente fácil tener ideas. He incluso decir que tengo bastantes ideas al cabo del día.

Pero para mi tener una idea para un proyecto es ser capaces de poder describir a muy alto nivel una serie de características/atributos, ser capaces de describir los siguientes pasos que se deberían tomar para ir madurando esta idea. Y por supuesto escribir un par de páginas con esta idea vaga [ por favor abstenerse de realizar una PowerPoint que no es el momento sino un documento en Word o en Notepad ]

La formalización por escrito de las “ideas” es una de los mejores herramientas para tratar de ver si nuestra “idea” es algo susceptible de poder convertirse en una idea de proyecto o no es nada más que una fantasía.

Posteriormente ya tendremos tiempo de ver la viabilidad de la idea desde diferentes puntos de vista.